jueves, 16 de septiembre de 2010

Así hablo Zaratustra de "El mas feo de todos los hombres" (fragmentos)


(...) ¿Como? ¿Tengo que continuar caminando siempre? ¿Agitado, errante, arrastrado lejos de todos los vientos? ¡Oh tierra, para mí te has vuelto demasiado redonda.
En todas las superficies he estado ya sentado, en espejos y cristales de ventanas me he dormido, semejante a polvo cansado: Todas las cosas toman algo de mí, ninguna me da nada, yo adelgazo, casi me parezco a una sombra(...)
"Nada es verdadero, todo está permitido": Así me decía yo para animarme. En las aguas más frías me arrojé de cabeza y de corazón, ¡Ay cuántas veces me he encontrado por esta causa, desnudo como un rojo cangrejo!(...)
Con demasiada frecuencia, en verdad he seguido de cerca a la verdad, pegado a sus pies: entonces ella me pisa la cabeza. A veces yo creía mentir, y, ¡mira!, sólo entonces acertaba con la verdad.
Demasiadas cosas se me han aclarado: y ahora nada me importa ya. Nada vive ya que yo ame, ¿Como iba a continuar amándome a mi mismo?
"Vivir como me plazca o no vivir en lo absoluto": Eso es lo que quiero yo, eso es lo que quiere también el mas santo. Mas ¡Ay!, ¿tengo yo ya placer en algo?
¿Tengo todavía una meta? ¿Un puerto hacia el que naveguen mis velas? ¿Un buen viento? Ay, sólo quien sabe a dónde navega sabe también que viento es bueno y favorable para su navegación.
¿Que me ha quedado ya? Un corazón cansado y desvergonzado; una voluntad inestable; alas para revolotear, un espinazo roto(...)
A los errantes como tú incluso una cárcel acaba pareciéndoles la bienaventuranza. ¿Has visto alguna vez como duermen los criminales encarcelados? Duermen tranquilamente, disfrutan su nueva seguridad.
¡Ten cuidado de no caer, al final, prisionero de una fe más estrecha todavía ,de una desilusión dura, rigurosa!. A ti ,en efecto, ahora te tienta y te seduce todo lo que es riguroso y sólido.
Has perdido la meta: Ay ¿cómo podrás librarte de esa pérdida y consolarte de ella? Al perder la meta ¡has perdido también el camino!(...)
Quiero recorrer solo, para que de nuevo vuelva a haber claridad a mi alrededor. Para ellos tengo que estar todavía mucho tiempo alegremente sobre mis piernas.

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