martes, 28 de junio de 2011

Cinco y cuatro: Cuatro laminas, ocho paginas y una indignacion

¡Y te la comes! Te la terminás comiendo.
Te sentis descartés llevando tu duda hasta el extremo,
y terminas convirtiendote en un penoso San agustin.
Me venden que llueve y me están meando. Acaso te pensas que en serio sos especial?
Acaso te pensás que podes cambiar lo preestablecido?
Las cosas tienen un orden y un modelo, que tiene fecha de vencimiento y a su vez, cuando caduca este, ya tiene un reemplazo pre-existente que se va implementando poco a poco para que el impacto no sea brusco a nivel social.
No, el amor de tu vida nunca te va a dar bola, los milagros terminan siendo solo coincidencias
No, si naciste pobre te vas a morir pobre.
Si naciste gordo, y no adelgazas la sociedad no va a aceptarte por tu genial capacidad
por entender a la gente, ni tu notable inteligencia, ni siquiera por tu carisma, la gente te va a
notar por cuanto peses y cuanto midas.
Cuanto menos peses y mas midas ¡Mejor!, porque así es esta sociedad de mierda, a la cual
todos damos forma, y contirbuimos a que todo siga igual. Si, me incluyo porque soy una gila
que en vez de chuparme todo un huevo, estoy escribiendo indignada atrás de un monitor
cuando tendría que estar haciendo muchisimas otras cosas, pero es así.
Todos nos lamentamos de no hacer nada, pero nadie es capaz de mover el orto para hacer algo, y saben porque? Porque a nadie le interesa, porque en el fondo preferimos ser una manga de mediocres creyendonos especiales (Cuando sabemos perfectamente que no somos especiales, las redes sociales se encargaron perfectamente de hacernos verlo) por pensar diferente, en vez de salir a la calle a encontrar gente que esté en la misma que nosotros y nos puedan ayudar.
Esta sociedad, este mundo, yo, todos ¡DAMOS ASCO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario